Desde la visualmente sencilla, pero cinematográficamente complicada secuencia inicial de la película Forrest Gump, cualquier tipo de espectador, desde el cinéfilo consumado hasta el palomero empedernido, saben que están ante una película sui generis, una obra simple y compleja, que combina drama y comedia, acción y romance, ficción e historia dentro del mismo hilo argumentativo, basándose en estos contrapuntos como alegoría para retrartar a toda una generación de estadounidenses: los llamados baby boomers. Es a través de la historia de Forrest Gump (un Tom Hanks sublime) que conocemos a una generación de estadounidenses, buena parte de la historia norteamericana en el siglo XX y al propio Estados Unidos.
Forrest Gump, hijo de una madre soltera (Sally Field) en el corazón del sur de Estados Unidos, concretamente en Greenbow, Alabama. Forrest tiene, como todo protagonista, una peculiaridad: una disminución mental pequeña, pero sensible, que lo hace “diferente”, aunque su madre se empeñe en que no sea así. Esta condición sine qua
non de Forrest le conlleva, durante toda su vida, los menosprecios y burlas de todo aquel con el que se encuentra, todos excepto Jenny (Robin Wright en su gran debut cinematográfico), quien desde el primer día de clases se convertiría en “su amiga muy especial”. La relación de Forrest Gump conservará, a lo largo de toda la película la inocencia de Forrest, mientras que madura como la propia Jenny.
Robert Zemeckis, el director de la película, llena de detalles este Old Depp South, desde la gran casa donde vive Forrest Gump con su madre, los paisajes campiranos, y hasta la trabajadora afroamericana. Zemeckis demuestra la experiencia aprendida en la trilogía Volver al Futuro¸ al utilizar los efectos visuales no sólo como el principal instrumento para ambientar la película, desarrollada en casi cuarenta años de historia, sino también como recurso de narrativa dramática. Sólo así puede verse a Forrest Gump interactuando con todo tipo de personajes históricos en archivos filmográficos originales, fueran los presidentes John F. Kenney, Lyndon B. Johnson o Richard Nixon, o miembros del showbizz como John Lenon y David Frost.
El viaje a través de cuarenta años de historia va desde eventos como la integración racial, el asesinato de John F. Kennedy, el movimiento hippie, el escándalo político del Watergate, los atentados contra Jimmy Carter y, quizá evento histórico central de la película, la Guerra de Vietnam. Es en ésta parte de la película donde Forrest conoce a sus únicos dos amigos, Bubba (Mikelti Williamson), un afroamericano de la costa sureña cuya mayor ambición en la vida es tener su propio barco camaronero, y al teniente Dan (Gary Sinise en el papel de su vida), proveniente de una larga tradición castrense a quien Forrest salva la vida a un costo muy alto.
Es en ésta parte de la película, acompañada por los pivotes emocionales que representan Bubba y el teniente Dan, que Robert Zemeckis recrea de manera tangible y a la vez metafórica, lo que fue la Guerra de Vietnam para los solados de los Estados Unidos, contra un adversario que los propios estadounidenses no conocían bien ni sabían a ciencia cierta porque enfrentaban, traducido en la película como un enemigo elusivo que nunca aparece a cuadro y su presencia fílmica se reduce a ráfagas de metralletas contra los estadounidense, mientras se retrata el avance/retroceso de las tropas estadounidenses desde la costa meridional de Vietnam al interior de la selva, con un Vietnam azotado o por la lluvia, o por el calor tropical.
Otro punto a favor de la película es sin duda el soundtrak, que viaja por todos los géneros contemporáneos estadounidenses en poco más de treinta años; así Forrest Gump no sólo acompaña y es acompañado por la historia misma, sino también por la música instrumental de Alan Silvestri y canciones que pasan desde el Motown Sound como Respect de Aretha Franklin o Stoned Love de The Supremes, el quintaescencialmente estadounidense country de On the Road Again de Willie Nelson, California Dreamin’ de The Mammas and the Pappas que capturan el movimiento hippie y el flower power o la intensidad del rock con varios temas de The Doors cuando Forrest está en Vietnam.
En términos de labor actoral, el cast principal de la película es uno de los más acertados, teniendo a la cabeza a Tom Hanks quien con un acento ireño afectado por la disminución mental, da vida a Forrest, llevando a cuestas una película que hace del contrapunto histriónico, uno de sus pilares. Sally Field se desenvuelve con naturalidad como la atemperada y amorosa madre sureña, mientras que Robin Wright dota a Jenny con iguales dosis de vitalidad, rebeldía y melancolía. Mikelti Williamson pese al escaso tiempo en pantalla con un papel de contrapeso logra mantener el ritmo de la película, mientras que Gary Sinise brinda al teniente Dan el cinismo necesario, dando una interpretación sólida y creíble.
Robert Zemeckis se vale de un excelente uso del lenguaje cinematográfico, haciendo que la película fluya con naturalidad sin que el espectador, ni la película misma se pierdan en la gran cantidad de detalles de ambientación en los espacios cerrados, así como la belleza de los paisajes retratados a lo largo de toda la película; el contrapunto que hace de los planos cerrados realistas, con las tomas abiertas más llenas de romanticismo es otro de los aspectos más notables de la película, siendo el empleo de boom-ups y boom-downs el recurso audiovisual para pasar de las tomas abiertas a las cerradas, y viceversa. El uso de los efectos visuales en varios montajes es más que notable, lo cual le da un sello personal al filme, sin por eso volverla un festín visual carente de contenido como Parque Jurásico (Jurassic Park, Steven Spielbergh, 1993) o como la errática película del propio Zemeckis La Muerte le Sienta Bien (Death Becomes to Her, 1993).
También en el aspecto técnico la película cuenta con una factura impecable, siendo resaltable la dirección de arte, rica en elementos y simbolismos, el soundtrack de la película seleccionado por el propio Zemeckis y acompañado por la banda sonora de Alan Silvestris. La edición también es otro de los aspectos técnicos mejor cuidados de la película, que permiten narran con la parsimonia necesaria una gran cantidad de eventos acontecidos en toda la película. También los detalles de maquillaje y la portentosa mezcla de sonido hacen de Forrest Gump una de las películas más completas incluso para el espectador más quisquilloso.
El ya mencionado contrapunto argumentativo de la película se manifiesta en varios temas abordados de manera simple, pero nunca superficial por la trama: ¿es el llamado sueño americano y el american way of life un verdadero sueño o sólo una pesadilla? o ¿es el individuo quien construye su vida, o ésta está prefabricada de acuerdo a un destino ya escrito? Aunque estas preguntas son respondidas por la propia cinta, al final de la proyección será el espectador el que decida si Forrest Gump es un elogio o una crítica a los Estados Unidos, y si la vida le pertenece al propio ser humano o alguien más, pero, como dice el propio Forrest, “puede que ambas ocurran al mismo tiempo”.
VIDEOS
Tráiler de Forrest Gump.
Bubba y los camarones.
Forrest y Bubba llegan a Vietnam.
Forrest Gump y Jenny.
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