Dr Kissinger nació en Fuerth, Alemania, el 27 de mayo de 1923, llegó a los Estado Unidos en 1938, y fue naturalizada ciudadano de los Estados Unidos el 19 de junio de 1943. Recibió la licenciatura Summa Cum Laude en la Universidad de Harvard College en 1950 la MA y grados de doctorado en la Universidad de Harvard en 1952 y 1954, respectivamente.
El presidente Nixon aprovechó su conocimiento de la política internacional, nombrándole asesor para asuntos de seguridad nacional en 1968; la brillantez con la que ejerció su labor hizo que en 1973 le nombrara secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores). Cuando Nixon hubo de dimitir, forzado por el escándalo Watergate, y le sucedió el vicepresidente Ford (1974-77), éste mantuvo a Kissinger al frente de la política exterior.
Entre 1955 y 1968 fue consejero para cuestiones de seguridad de los presidentes Eisenhower, Kennedy y Johnson entre 1973 y 1977, secretario de Estado. Durante la presidencia de Nixon jugó un papel determinante en el acercamiento entre China y Estados Unidos, al tiempo que fue uno de los máximos artífices del tratado de París (1973), punto final de la guerra de Vietnam. En reconocimiento a dicha labor fue galardonado, a la par que su homólogo vietnamita Le Duc Tho, con el Premio Nobel de la Paz ese mismo año. En 1983, el presidente Reagan lo nombró presidente de la Comisión Nacional sobre América Central. Asiduo articulista, conferenciante y autor de varios libros sobre diplomacia y política internacional, en 1986 fundó la empresa de asesoría política Kissinger Associates.
Durante los cuatro años en que dirigió la diplomacia norteamericana, Kissinger diseñó una nueva política exterior, impulsó la distensión mediante la renuncia de los Estados Unidos al principio de intervención militar global, así como el reconocimiento de la Unión Soviética como interlocutora y partícipe de la hegemonía mundial (Conferencia de Helsinki, 1975). Fue uno de los principales artífices del acercamiento de los Estados Unidos a la República Popular de China (viajó a Pekín en 1971, donde preparó el reconocimiento diplomático del régimen de Mao y la visita de Nixon en 1972).
Sus esfuerzos por la paz se orientaron hacia dos escenarios principales, que constituían dos «puntos calientes» de fricción entre las superpotencias: Vietnam, en donde negoció el fin de la guerra y la retirada del Ejército americano (1973); y Oriente Medio, en donde medió para restablecer la paz entre Israel y sus vecinos árabes, poniendo fin a la Guerra de Yom Kippur (1973). También cabe destacar su intervención en el conflicto de Rhodesia, que contribuyó a poner fin a la guerra civil con unas elecciones libres que otorgaron el poder a la mayoría negra (1976).
En 1973 le fue concedido el Premio Nobel de la Paz. Desde su retirada se ha dedicado a los negocios y a la redacción de sus memorias; su inmenso prestigio le ha mantenido, como un consejero habitual de los posteriores presidentes americanos sobre temas de política internacional.
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