A través del universo

Al igual que en los musicales Soñadoras (Dreamgirls, Bill Condon, 2006)  y Suéltate el Pelo (Hairspray, Adam Shankman, 2007), A Través del Universo (Across the Universe, Julie Taymor), se ambienta en los convulsos años sesenta donde el complejo contexto histórico, político y social son más que un pretexto para un festín de baile, sonido y color, con una carga emotiva impetuosa, aunque, en el caso de A Través del Universo, un tanto desarticulada. Si tanto en Soñadoras como en Suéltate el Pelo la segregación racial fue el tema donde buena parte de la trama reposo, fuera en el Detroit del Motown o en el acartonado Baltimore, en A Través del Universo será Nueva York (aunque no exclusivamente) el corazón geográfico de la película.

Sin embargo, a diferencia de las dos películas mencionadas anteriormente, A Través del Universo no es la transición cinematográfica de un exitoso musical de Broadway, y sigue más el patrón de Moulin Rou

ge! (Ídem, Baz Luhrman, 2001) tomando canciones de éxito ya probado, que canciones compuestas ex profeso para el musical, pero mientras que Moulin Rouge! Retoma cancione lo mismo de Elthon John, que de Madonna o Kiss, A Través del Universo lo hace sólo de puras canciones de Los Beatles. También es parecido a Mamma Mia! (Ídem, Phillipa Lloyd, 2008), pero a diferencia de éste musical que se basa en puras canciones de la agrupación sueca ABBA, no probó primero éxito en el West End de Londres, ni en ningún otro teatro.

Desde que uno escucha los nombres de los personaje principales (y algunos no tan principales), sabe que canciones escuchará, como Hey Jude!, Lucy in the Sky with Diamonds o Dear Prudence, algunas entrando a cuadro con naturalidad, otras sintiéndose más bien forzadas. La historia comienza a mediados de los años sesenta, cuando Jude (Jim Sturgess), un joven de clase trabajadora de Liverpool, hijo de una madre soltera, decide embarcarse a lo Estados Unidos, en busca de su padre, quien trabaja en una prestigiada universidad. Al llegar y descubrir que lejos de ser un catedrático o investigador es un intendente, Jude decide quedarse un tiempo en los Estados Unidos.

Es en la universidad que conoce a Joe (Max Carrigan), un joven de clase acomodada revoltoso e inquieto, incómodo con su posición de estudiante universitario. Cuando Joe invita a Jude a pasar el Día de Acción de Gracias en Conneticutt, con su familia, donde conoce a Lucy (Evan Rachel Wood) la típica all-american girl quien ve con resignación como su novio parte a Vietnam, y posteriormente fallece. Así, los tres terminan viviendo en Nueva York; Jude se dedica a explotar su vocación artística, Lucy se vuelve una ferviente activista y Joe se dedica a la vida bohemia llena de excesos, propia de los vertiginosos años sesenta. Con el tiempo, Lucy y Jude se enamoran, relación que se complicada mientras el conflicto en Vietnam avanza y Joe es enlistado.

A su favor, la película cuenta con el manejo de una estética propositiva y rica en simbolismos, atractivas visualmente y que le dan fuerza narrativa a la película. La experiencia de Julie Taymor en el teatro musical en Broadway también es evidente, especialmente por varias coreografías que le dan vitalidad a las secuencias musicales. Sin embargo, la película pierde ritmo dado que varios números musicales se sienten forzados en el interior de la trama: el personaje de Prudence, de escasa relevancia en la trama, entra en acción al ritmo de I Wanna Hold Your Hand, para sorpresa y desconcierto del espectador; y tras un romance forzado con Jude y el posterior berrinche (con portazo de por medio), se faculta al espectador para escuchar a la mitad del elenco cantar Dear Prudence.

Pese a estas debilidades, hay varios números memorables que hacen que la película valga la pena, entre otros, la secuencia de Strawberry Fields, llena color y altamente propositiva, o la de I Want You que retrata el proceso de reclutamiento de soldados para la Guerra de Vietnam. Otros números bien logrados son los de Come Together, With a Little Help of My Friends, Lucy in the Sky with Diamonds. Pero los que logran emocionar al espectador por su emotividad y su buen trazo son sin duda Hey Jude! y Lucy in the Sky woth Diamonds. Las coreografías, la estética que recuerda la psicodelia sesentera y los eventos históricos que sirven como telón de fondo, Vietnam y el movimiento hippie, hacen de A Través del Universo un trabajo digno de verse, con sus debidas reservas.

Algunos aspectos del reclutamiento son retratados con pericia por Julie Taymor, como el examen médico, y algunos argumentos de los jóvenes para evadir ser enlistados; la secuencia, al ritmo de I Want You, es altamente política y con varios simbolismos que pueden molestar a más de uno, dada su carga simbólica. El movimiento de protesta de finales de los sesenta, mezclado con el hipismo también es retratado: la vida en lo bares neoyorquinos, los largos peregrinajes de un lado a otro de la Unión Americana, y la inconformidad de la juventud estadounidense de verse involucrada en un conflicto de adultos: la Guerra de Vietnam.

La ambientación y el diseño de vestuario apoyan a la película, lo mismo que la correcta dirección de Julie Taymor que demuestra su labor coreográfica como no había podido hacerlo en Frida (Ídem, 2002) y Titus (Ídem, 1999), pero si en el musical de Broadway El Rey León, donde ganó dos premios Tony por la dirección y el vestuario. Las actuaciones de los protagonistas, sin ser extraordinarias, cumplen con los requerimientos de la película. Pero son quizá los cameos a Joe Cocker, Bonno, Salma Hayek o Geoffrey Rush los que hacen interesantes a la película, además de la ya alabada estética y de las canciones de The Beatles¸ que son verdaderos clásicos.

 

VIDEOS

Tráiler de A Través del Universo.

http://www.youtube.com/watch?v=_oviETn4J50

 

Tema “Hey, Jude”.

http://www.youtube.com/watch?v=aBgC0ytvTMs

 

Escena del tema “All You Need is Love”.

http://www.youtube.com/watch?v=9GkgDZ28T00

 

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